LA PREMONICIÓN.
No podía dormir: No sé si era
por el calor o porque le estaba
dando vueltas a la cabeza con
un presentimiento: levaba varios
días soñando que a toda mi
familia le ocurría algo durante las vacaciones
de verano. No sé, soñaba con desesperación
me levantaba sudada, iba y volvía a la nevera
para calmar mi ansiedad, y una noche de
atracón me encontré a mi hermano sentado
en un taburete a las cuatro de la mañana. Él
tampoco podía dormir. "Tata, no sé qué me
pasa, pero llevo una semana soñando que
a papá y mamá les va a pasar algo. que
recibimos una llamada de la policía y...", le
hice callar. Me fui corriendo a vomitar al baño.
"¿Por qué los dos soñamos lo mismo?",
pensé. Y claro, me puse más nerviosa aún.
Se lo conté a mis padres a la mañana
siguiente antes de que se fueran de viaje, se
rieron de nosotros, nos abrazamos y se fue-
ron más que felices. Quince días más tarde,
recibimos una llamada...
El calor, las
pesadillas, el
mal de amo-
res... Hay
muchas cosas
que nos impi-
den dormir
algunas noches
de verano.
No hay comentarios:
Publicar un comentario